viernes, 27 de mayo de 2011

Hotel Bahía del Sol

Arena blanca en demasía, playa de aguas cristalinas y de suave oleaje, el bello estero de Jaltepeque al otro lado... Algo que no creo haber experimentado antes lo hallé en aquellas tierras tan privatizadas.

Mi más reciente viaje surgió más justificado por la aparición de una oportunidad que por el sano deseo de darme un obsequio en mi cumpleaños. Un anuncio directo a mi celular me presentaba la posibilidad de ir al Hotel Bahía del Sol, en la Costa del Sol, por un precio bastante aceptable si consideramos la naturaleza de un establecimiento así de exclusivo.

Pienso mucho en lo que me dejó esta experiencia, y termino descubriendo que toda esa grandiosidad se encuentra bastante idealizada, difusa, y en un sólido pedestal. Como en esas ocasiones en las que uno no tiene idea de cómo, pero sabe que tarde o temprano logrará regresar.

Un fresco desayuno en la marina del hotel: inolvidable.