lunes, 5 de julio de 2010

"Kick-Ass" y la Sombra Negra

Hablar de combatir el crimen está de moda en estos días. Tras el trágico incidente de hace ya un par de semanas, la impotencia ante el omnipresente (y a la vez escurridizo) problema de las pandillas hizo a más de uno desear, horrorizado ante el periódico, algún superpoder que le permitiera neutralizar a las temibles maras, y así, borrarlas de nuestra cotidianidad.

Pero ¿y qué tal enfrentarlos sin superpoderes, haciendo gala de un súper ridículo disfraz?

La película "Kick-Ass" toca el asunto al estilo más puramente hollywoodense, y lo hace con gracia. Violencia, humor, sexo, y (¡horror!)una menor de edad disparando a diestra y siniestra. Dejando el espectáculo a un lado, el tema sigue ahí, adornado con policías corruptos y civiles cobardes que evitan denunciar las injusticias que presencian.

Ante semejante panorama el mensaje que se nos entrega es que lo único necesario para llegar a ser un paladín de la justicia es la pura voluntad de serlo. Estar consciente del daño moral y físico que puede llegarse a recibir, y sin embargo, seguir adelante. Ah, y que tener amigos con armas ayuda. Tal conclusión se me hace muy viable: como hacerse amigo de la Sombra Negra y ponerse un traje verde de buzo con máscara.

"Ya estoy listo. Ahora, ¿cómo es que se llega a La Campanera?"

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